El Departamento Paranormal
- Janin Ricoveri
- 6 abr 2019
- 2 Min. de lectura
Superados los primeros días en Perú, nos tocó a mis amigas y a mí buscar un lugar más idóneo para quedarnos, uno más grande, más cómodo y donde si nos apreciaran.
Caminando por una avenida llamada “Colonial”, cerca de la conocida plaza 2 de mayo”, nos tropezamos con un letrero bien grande que indicaba que se alquilaban habitaciones. El lugar resultó ser espacioso, acogedor y muy bonito, por lo tanto, decidimos alquilarlo.
Después de pagar ese mismo día unos cuantos soles extras por ser nosotras tres personas en una habitación asignada solo para dos, nos sentíamos esperanzadas, aunque el cuarto solo tenía una cama, un baño y una pequeña mesa.
Curiosamente, mientras hacíamos la mudanza, no pude evitar notar que la habitación también venía con una pelota... Una pequeña, de goma, y que se encontraba en una esquina, debajo de la cama. Nos pareció extraño ya que no era algo que esperaría encontrar en un departamento en renta y mucho menos de estreno, pero sin darle mayor importancia seguimos con la mudanza.
De allí en adelante empezaron a suceder una serie de sucesos muy extraños... Semanas después, Andrea (una de mis amigas) de repente empezó a hablar y gritar mientras dormía (cosa que no había hecho antes). Pensé que eran pesadillas, pero parecía poseída, como si la estuvieran maltratando. Y cuando la despertaba ella, como salida de un "trance", no recordaba nada. Otras noches mientras dormía, ella lloraba y otras se reía de forma aterradora.
Algo curioso ocurrió cuando unos amigos de Andrea se mudaron a la habitación de al lado, lo cual, en principio fue bueno porque eran conocidos, pero resultó que uno de ellos era “santero” y tenía el hábito de rezarle a sus santos, de dejarles comida, bebidas, en fin, y, además nos prohibía que los tocáramos o miráramos. Un buen día él nos comentó que escuchaba los pasos de alguien desconocido, que también escuchaba el sonido de monedas al caer. Mi otra amiga de viaje, Elena, también dijo haber escuchado pasos, gemidos y ruidos extraños.
Al poco tiempo de nuestra llegada al "nuevo hogar" recibimos la visita de una amiga a quien conozco desde hace mucho tiempo y que también es muy sensible con lo paranormal. Ella pudo corroborar lo ya mencionado. Esa tarde que nos visitó estuvimos todos en la sala bromeando y charlando, cuando ella sentada justo enfrente de la puerta del dormitorio de nosotras, menciona haber visto por debajo de la puerta la sombra de alguien pasando, lo cual nos dejó aterrados y con la incógnita ya que todos en ese momento estábamos afuera.
Y… ¿Recuerdas la pelota de goma de la que hablé inicialmente? Pues resulta que no le prestamos mayor atención cuando llegamos, pero 8 meses después cuando nos mudamos de ese lugar, vimos esa misma pequeña pelota de goma en el mismo sitio y lo curioso es que se mantuvo allí a pesar que en todos esos meses limpiamos, remodelamos todo el lugar y nunca notamos la pelota, (ni nos molestamos en moverla, ni nos molestamos en buscarla antes). Ese último día vi la pequeña pelota, polvorienta, tal cual como la recordaba en nuestra llegada. No sé cómo sucedió, no sé cómo explicarlo, pero en realidad fue algo que sigo pensando hasta el día de hoy.
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